Golpe
al multilateralismo, torpeza, riesgo contra la Seguridad Internacional,
peligroso regreso al unilateralismo, grave error… o, por el contrario, decisión
valiente, según se mida la percepción del riesgo y la amenaza. La lista de
desencuentros entre Estados Unidos y sus aliados, fundamentalmente Europa,
desde la llegada de Donald Trump al poder, ha entrado en una nueva fase de
desgaste que pone en evidencia el dilema político y económico de una UE que
carece de autonomía y de capacidad estratégica para imponer unas reglas de
juego irrelevantes fuera de nuestra área de confort.