“Yo
acuso a todos los Jefes de Estado y de Gobierno de entonces, que sabiendo lo
que ocurría, miraron a otro lado y no hicieron nada para mitigar o terminar con
el sufrimiento del pueblo judío y de todos aquellos seres considerados inferiores
o que pensaban diferente, y que tuvieron la desgracia de cruzarse en el camino
de los criminales nazis y sus aliados”. Es la terrible sentencia, que con
motivo de los Actos de Conmemoración de la Memoria de la Shoa, hacía a finales
del mes de enero en Madrid Jorge Klainman, uno de los tres últimos
supervivientes de habla hispana que todavía viven para contar aquel infierno en
la tierra que significó Auschwitz para la conciencia de la Humanidad.