Seminarios,
conferencias, exposiciones, discursos… La casa por la ventana para conmemorar
el final de las dos únicas guerras mundiales que han asolado la Historia de la
Humanidad. Y las dos, en suelo europeo y con un lapsus de veinticuatro años
entre ambas. La Europa vencedora y la vencida explotan un acontecimiento que,
aunque amplió el teatro de operaciones por el Norte de Africa, Oriente Medio y
el Pacífico, no dejó de ser una guerra civil europea a gran escala retransmitida
en dos tiempos.
Porque, más allá de las connotaciones políticas, estratégicas y
militares, ambas contiendas serían un conflicto ideológico que anunciaba una
determinada forma de concebir el mundo y que marcarían el principio de la
degradación ética del ser humano. La llamada Gran Guerra cambió hace cien años el
destino de Europa. La Segunda Guerra Mundial cambiaría el de la Humanidad.