En
la historia judía ha habido muchos momentos transformadores. Los obstáculos y
el ostracismo al que los judíos se han enfrentado a lo largo de su existencia
no les han impedido desarrollar su talento y sus habilidades en todas las
esferas del pensamiento y las artes, la Ciencia o la Innovación, ya fuera en el
campo de la medicina, la moda, el cine, el comercio o los aspectos más
disruptivos de la tecnología, que han terminado por transformar la vida de miles
de personas en el mundo, incluso a sus enemigos y detractores. Convertir
desiertos en campos florecientes o pantanos en parques de alta tecnología
aplicando estrategias de impacto es sólo la parte visual y más llamativa de una
actitud frente a la Vida cuya fortaleza está fuertemente unida a los Principios
Morales que se resumen en el Precepto de “quien salva una vida salva a la
humanidad entera”, y que tiene al riesgo como opción ante la necesidad de
salirse de la realidad de alternativas limitadas que la modernidad les
proporcionaba.
Saltar
las barreras invisibles que seguían vigentes a pesar de la emancipación, o la
búsqueda de la aceptación y la necesidad de interacción social, necesariamente
tenía que llevar a reformular su lugar como judíos en las sociedades modernas y
a la búsqueda de una autonomía judía dentro de un Estado judío. El
antisemitismo terminó por concretar la utopía del regreso a la tierra de sus
ancestros, y el Estado de Israel, pese a los desafíos que enfrenta desde su
fundación, es un país plural, solidario, con una riqueza humana envidiable, que
cuenta con las mejores Universidades del mundo, ha dado más Premios Nobel que
toda la humanidad junta siendo apenas el 1% de la población mundial, y con sus
luces y sus sombras, como cualquier otro país en el mundo.
Impresiona su fuerza de superación inquebrantable en un entorno hostil que hoy el pragmatismo de la geopolítica está cambiando. Impresiona su apuesta por la libertad individual y colectiva, por la cohabitación entre sus costumbres ancestrales y la modernidad de un Estado democrático y de Derecho, puntero en Ciencia y Tecnología. Personalmente siento una gratitud infinita por el país y la región en la que está cosida mi alma; por las personas que me recibieron y me siguen recibiendo con los brazos abiertos, que me regalaron su amistad y cambiaron mi percepción de la vida.
*Nota: Este artículo es una contribución original para el Anuario de la Asociación de Amigos de la Universidad de Tel Aviv con motivo de la entrega del Premio Maimómides 2023. El enlace a la revista https://player.flipsnack.com/Anuario Amigos TAU 2022_23