sábado, 8 de febrero de 2020

Estado palestino, última oportunidad.


A falta de tensiones, conflictos, crisis, violaciones de derechos humanos y otros asuntos  que requieran la pormenorizada atención de las Instituciones Internacionales, la Agenda diplomática parece estar recurrentemente condicionada por la necesidad de reconocer el Estado Palestino, en el convencimiento de que la tensión que vive Oriente Medio pone en grave riesgo la Paz y la Seguridad mundiales, y de que la resolución del conflicto depende, a su vez, de reconocer la identidad de un pueblo autóctono desplazado de la tierra que hoy ocupa el Estado de Israel. 

domingo, 21 de abril de 2019

Un lugar en el Cielo.


La época litúrgica más Sagrada para judíos y cristianos es la Pascua. Para los primeros, el recuerdo de la liberación de la esclavitud y la entrega de la Torá – Tablas de la Ley – a Moisés en el Monte Sinaí les conecta con el comienzo de su Historia nacional y les consolida, más que como el Pueblo elegido por Dios, como aquel que desde el Principio eligió y decidió ser libre. Libre para cumplir, como individuo y como nación, la misión de colaborador responsable con el Creador en la tarea de cuidar de cada ser humano y  engrandecer el Universo para hacer del mundo un lugar mejor. Para los cristianos, el recuerdo de la Pasión, muerte y Resurrección de Jesús nos da la certeza de que la vida vence a la muerte, y de que por la fe en el poder de Dios, se puede caminar a una nueva forma de vida. Amor, justicia, libertad y respeto como obligación esencial del ser humano, que necesariamente tiene que morir para nacer de nuevo. Ambos acontecimientos litúrgicos tienen lugar prácticamente al mismo tiempo, porque las raíces judías del cristianismo son innegables, y no sólo por el hecho mismo de que este joven carpintero de la Galilea que cambió el mundo era enteramente judío, sino porque el mismo Evangelio no puede desprenderse de esa herencia que los personajes del antiguo Testamento, con sus historias y narrativas, ayudaron a conformar el sistema de creencias que hoy forman la base del código moral y de conducta del judaísmo contemporáneo.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Pérdidas inevitables.


Era un Viernes de Dolor, una fecha significativa en nuestro calendario, y como hoy, también viernes, un día de dolor más en el obituario israelí. El cielo amaneció soleado, y en el ambiente se respiraba una brisa fresca de primavera que invitaba al recogimiento del cuerpo y del alma. Recuerdo el intenso olor a comida que salía de las ventanas abiertas de los dormitorios de una comunidad multicultural ajena a los desvaríos de la real politik característica de sus países de origen. Desde la terraza de mi Mehonot, la residencia de estudiantes de la Universidad de Tel Aviv, podía ver a un grupo de jóvenes, que todavía permanecían en las instalaciones, arrastrando sus maletas y mochilas. Una imagen familiar y cercana, la misma que vemos a diario en cualquier campus universitario del mundo. Abrazos, risas, apretones de manos, intercambio de números de teléfono. Entraba el sabath y comenzaban las vacaciones por Pesaj, la Pascua judía que se celebra el 15 de Nisan, el primer mes de su calendario lunar. Era la primavera de 1999 y el Seder de ese año coincidía con el comienzo de la Semana Santa cristiana. Normalidad dentro de la anormalidad. Porque a lo largo de toda la semana se habían intensificado los ataques de mortero contra las poblaciones del norte de Israel procedentes de la frontera sur del Líbano. Y también las emboscadas contra unidades militares. Amal y Hizbollah  eran por entonces consideradas milicias según la Comunidad Internacional, tan lenta en reflejos como parcial en sus condenas. El precio que Israel pagaba para mantener a su población segura mediante el control de la franja sur de Líbano a lo largo del río Litani era muy alto. Veinte años después de la llamada Operación Litani, la sangría entre sus fuerzas armadas era ya insoportable.

jueves, 6 de diciembre de 2018

La Paz de los Cuervos.



Seguimos buscando con fervor a los chicos, decía con esperanza contenida el entonces portavoz de las IDF para la Comunidad hispanohablante, Capitán Roni Kaplan, horas antes de que se encontraran en un descampado de Hebrón los cuerpos sin vida de los tres adolescentes israelíes secuestrados por el grupo terrorista Hamas el 12 de junio del verano de 2014. Eyal, Gilad y Naftali, de 16 y 19 años, no volverían jamás a sus hogares porque la ideología asesina que mezcla un proyecto político totalitario y un mesianismo religioso excluyente había decidido que eran enemigos y, por tanto, que no merecían vivir. Terminaban dos semanas de búsqueda infernal por toda Cisjordania en medio de un calor asfixiante, en el que se descubrieron cuevas y túneles cavados expresamente para almacenar arsenal militar y acceder a poblaciones israelíes con objeto de asesinar civiles, al tiempo que comenzaba una escalada simultánea intermitente de agresiones y lanzamiento de misiles desde Gaza a territorio israelí que culminaría con el estallido de una operación militar israelí defensiva conocida con el nombre de Operación Cúpula de Hierro.

lunes, 25 de junio de 2018

Acuerdo nuclear con Irán: riesgo u oportunidad para repensar Oriente Medio.


Golpe al multilateralismo, torpeza, riesgo contra la Seguridad Internacional, peligroso regreso al unilateralismo, grave error… o, por el contrario, decisión valiente, según se mida la percepción del riesgo y la amenaza. La lista de desencuentros entre Estados Unidos y sus aliados, fundamentalmente Europa, desde la llegada de Donald Trump al poder, ha entrado en una nueva fase de desgaste que pone en evidencia el dilema político y económico de una UE que carece de autonomía y de capacidad estratégica para imponer unas reglas de juego irrelevantes fuera de nuestra área de confort. 

jueves, 1 de diciembre de 2016

La Cuarta dimensión

En la fría mañana del 17 de enero de 1986, cuatro días después de que nuestro país ingresara oficialmente en las Instituciones Europeas, las delegaciones de España e Israel firmaban, en la clandestinidad de una habitación del Hotel Pomerade de La Haya, el establecimiento de relaciones diplomáticas, normalizando a escondidas la realidad internacional a la que España se asomaba. Un acontecimiento natural en la política diaria de las naciones, el de reconocerse mutuamente y establecer vínculos políticos, económicos y culturales, pasaba desapercibido entre el silencio y la casi oscuridad que las cortinas de la habitación, testigo furtivo de la rubrica por poderes de los ausentes Felipe González y Simón Peres, trataron de ocultar a la prensa y las cámaras de televisión.

jueves, 17 de noviembre de 2016

El virus mutante


A mitad de camino entre Amberes y Bruselas, en el corazón de la región de Flandes, en pleno centro del país, se encuentra la ciudad  de Mechelen (Malinas). En este asentamiento humano, arteria de comunicación estratégica cuyos orígenes se remontan al 500 A.E.C., apenas vivían 60.000 personas durante la Segunda Guerra Mundial. Precisamente por su buena conexión fluvial y ferroviaria con el resto de Europa Central y Oriental, los nazis no encontraron un lugar mejor para centralizar la deportación de judíos belgas a los campos de exterminio situados en el Este, lejos de la mirada indiscreta de la prensa y la anestesiada opinión pública europea: los antiguos cuarteles militares del casco histórico de la Ciudad Vieja.